Hace ya algún tiempo que había descuidado este foro, pero al ver con tanta alegría que hay personas preocupadas por mantener espacios y compartir recetas, me llegó la necesidad de escribir nuevamente, y es que durante estos años de ausencia, han pasado tantas cosas, y sueno como viejito una vez más, pero eso no es lo que he querido resaltar en la comunicación que quiero hacer, sino mas bien, entrar nuevamente a la sintonía que se venía generando a partir del "cadáver exquisito", una colaboración que me ha costado mucho trabajo olvidar, y que es tal vez porque no la quiero olvidar.
El cadáver exquisito soy yo, es algo que he reconocido pero que me ha costado trabajo aceptar, la mezcla urbana y funk que tenía que hacer para ese programa de radio me quedó en los huesos, tal vez porque es algo que siempre quice hacer, que siempre ha estado en mí aunque no lo había visto.
Muchas cosas han pasado desde aquel dos mil nueve, trabajos diferentes, proyectos nuevos, algunos viejos que dejaron cicatrices de guerra, heridas que aunque se laman no se cierran, y que cada vez que se observan duelen.
El nombre de este espacio comenzado ya hace tiempo es "Los valores", que con un ánimo estóico buscaba el resaltar por encima de muchas cosas aquello que nos diferencia de otros seres, que aunque no se reconozca también son pensantes, buscaba hacer reflexiones acerca de dodo aquello que nos marca y que propicia un entorno mejor; sin embargo me he dado cuenta que a veces poco importan los valores, son tan efímeros que cuando los encuentras se desvanecen y queda solo la sensación de haberlos tenido.
Si bien los valores no se pueden palpar, ni oler o degustar, tenemos que aceptar que existen, a pesar de que ahora se conozcan como criaturas míticas que alguien del pasado recuerda y que son dificiles de encontrar.
Pero es necesario reconocer a aquellos que todavía los buscan, aquellos que con armadura no tan brillante emprenden la aventura para encontrarlos, desempolvarlos y mostrarlos como son , como un tesoro maravilloso que una vez que se tiene es difícil de abandonar.
Hay todavía temas en el tintero (esta frase la había querido tulilizar desde hace tiempo, pero no había hallado la oportunidad), temas como la religiosidad, el compañerismo, la lealtad, la verdad...
Ahora que ha regresado aquel que había perdido, mi persona y su extraño retorno, espero que podamos avanzar juntos como lo que somos, carne y huesos, corazón y mente, unidos hasta que el Señor nos llame a cuentas, y he decidido que este espacio sea nuevamente para el caballero, para el personaje que a pesar de caidas y descalabros sigue ahí, espectante y lleno de cosas para dar, aquel que incluso en su estado tan pasado pero nuevo sigue existiendo, así que bienvenido querido amigo, bienvenido cadaver exquisito.
Muchas cosas han pasado desde aquel dos mil nueve, trabajos diferentes, proyectos nuevos, algunos viejos que dejaron cicatrices de guerra, heridas que aunque se laman no se cierran, y que cada vez que se observan duelen.
El nombre de este espacio comenzado ya hace tiempo es "Los valores", que con un ánimo estóico buscaba el resaltar por encima de muchas cosas aquello que nos diferencia de otros seres, que aunque no se reconozca también son pensantes, buscaba hacer reflexiones acerca de dodo aquello que nos marca y que propicia un entorno mejor; sin embargo me he dado cuenta que a veces poco importan los valores, son tan efímeros que cuando los encuentras se desvanecen y queda solo la sensación de haberlos tenido.
Si bien los valores no se pueden palpar, ni oler o degustar, tenemos que aceptar que existen, a pesar de que ahora se conozcan como criaturas míticas que alguien del pasado recuerda y que son dificiles de encontrar.
Pero es necesario reconocer a aquellos que todavía los buscan, aquellos que con armadura no tan brillante emprenden la aventura para encontrarlos, desempolvarlos y mostrarlos como son , como un tesoro maravilloso que una vez que se tiene es difícil de abandonar.
Hay todavía temas en el tintero (esta frase la había querido tulilizar desde hace tiempo, pero no había hallado la oportunidad), temas como la religiosidad, el compañerismo, la lealtad, la verdad...
Ahora que ha regresado aquel que había perdido, mi persona y su extraño retorno, espero que podamos avanzar juntos como lo que somos, carne y huesos, corazón y mente, unidos hasta que el Señor nos llame a cuentas, y he decidido que este espacio sea nuevamente para el caballero, para el personaje que a pesar de caidas y descalabros sigue ahí, espectante y lleno de cosas para dar, aquel que incluso en su estado tan pasado pero nuevo sigue existiendo, así que bienvenido querido amigo, bienvenido cadaver exquisito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario