Es un poco extraño el regresar al capullo que nos ha albergado durante toda la vida, siempre pensé que la última vuelta sería de verdad la última, aunque no ha sido así, por el contrario he confirmado que no es bueno regresar al pasado.
A veces sentimos que nos hace falta cerrar círculos para movernos hacia adelante, sin embargo los ciclos se cierran solos, y lo único que necesitamos es querer de verdad cerrarlos...
Pero el no querer es lo que a veces nos tiene atrapados en una esfera sin salida, en el famoso capullo que nos alberga en tanto nos transformamos.
Lo irónico de todo esto es que al final solo veremos el resultado de la transformación, sea bueno o malo, solo encontraremos que hemos sido transformados en algo bello u horrible, dependiendo solamente de lo que siempre llevamos dentro.
Pero, ¿qué pasa si es posible alterar la predominancia genética ante el deseo de convertirse en alguien mejor? Es algo que siempre se ha demostrado, la transformación de los individuos puede ser afectada por el deseo interno, lo qué hay que encontrar es el verdadero deseo.
Ahora bien, he decidido en esta transformación cambiar a algo mejor, no importando lo que tome, ni lo que haya que dejar atrás, por el contrario, solo importa el resultado...
A todo este dialogo interno, el oscuro personaje seguia meditando sus resoluciones en tanto esperaba pacientemente al transporte público, la decisión había sido tomada, sin importar lo que sucediera, sería el llamado a lo que todos recordarían, aunque estaba la inclinación hacia la luz, siempre estaba la seducción de lo que no se puede ver, de lo que aunque se presume que no existe, está presente en lo más recóndito del ser...
